MACROMETRÍAS

Enero, 2.015

Instalación de Videoarte

Macrometrías es una instalación de vídeo compuesta por dos proyecciones simultáneas de 2:26 minutos, adosadas por uno de sus lados verticales. Una línea de audio sonoriza ambas. Toma como referente la obra Antropometrías de Yves Klein. Videomontaje de planos fijos de huellas dactilares en proceso de evaporación en cristal y aluminio. El sonido está compuesto por la fusión de un latido cardíaco y una textura sonora. Es un proyecto realizado junto a los artistas Eduardo Gómez Query y José Ramón Jiménez Martínez-Algora.

Yves Klein y sus antropometrías

Yves Klein, (1928, Niza – París 1962). La serie Antropometrias fue presentada al público el 9 de marzo de 1960, en la Galerie Internationale d´Art Contemporaine de París. En Antropometrías el arte corporal se materializa utilizando el cuerpo de tres modelos desnudas como herramientas de su creación. Las tres modelos embadurnadas con la pintura IKB (International Klein Blue) se estampaban y arrastraban con la ayuda e instrucciones del artista sobre el lienzo de papel blanco dispuesto en las paredes y el suelo de la galería, a modo de pincel o sello humano.

Con esta obra, Klein emplea y utiliza el cuerpo de la mujer como un objeto para alcanzar la obra propuesta. Destaca el concepto de huella generada por el cuerpo. También se persigue la ausencia directa del artista en el desarrollo de la obra. La antropometría lograba retener la vida y la existencia a través de la huella, una vida presente y ausente al mismo tiempo. Para Klein lo más importante no es la relación entre arte y vida, sino entre arte y vacío, entre arte y ausencia, entre arte y muerte, siendo el cuadro testigo de lo que vió y aconteció.

La obra de Klein recorre la idea de obra como proceso de una performance o acción que culmina en un tipo de obra fija. El acto adquiere tanta importancia que necesita de una estructura teatral, pero a la misma vez, una síntesis y simplicidad del color y la música.

En el caso de la música, Symphonie Monoton-silence, Klein despoja de la composición sus propiedades habituales como el ritmo y la melodía. Unos acordes sin principio ni conclusión, un sonido como tal, ajeno de sus convencionalismos temporales. En monotono es el equivalente a sus monocromos. Anula la articulación compositiva, ya sea, polifónica, policrómica, poliformal.

Con respecto a las críticas que recibió, Pierre Restany menciona las vertidas sobre la primera retrospectiva de Klein. «Lo que irrita de Klein es la salsa simbólica, chapoteaba en una especie de religiosidad exasperante». Para Bejamin Buchloh es el artista por excelencia del capitalismo avanzado. argumentando que, en un contexto de una Europa devastada de la posguerra, todo intento por salvar la espiritualidad por medios artísticos en una época tendente al control universal de una cultura de masas mediante espacios publicitarios o argucias promocionales, solo puede desembocar en un farsa. Sería el artista que inaugura una estética institucional y lingüística, también la espectacularización más absoluta.

Sentido de nuestra implementación

Ausencia directa del artista, huella, marca, esencia, impronta antropométrica, reducionismo, síntesis, sensibilidad hacia lo inmaterial: la huella del ser humano, su impronta y su volatilización.

Lo que más nos llama la atención al valorar el proyecto de Klein es que sólo trabaja con la impronta de huellas de cuerpos de mujer. No parece ser una cuestión de sexo la que nos viene a exponer Klein, a pesar de ser grotescamente selectivo y objetualizador con el cuerpo femenino en antropometrías, parece ser un estereotipo que se debe a un factor ambiental e histórico que lo condiciona y no precisamente al discurso de su temática. De cualquier forma, planteamos la implementación superando esta selectiva objetualización y eludiendo este factor, también la semántica irónica de lo contrario, esto es, hacerlo con cuerpos masculinos.

La propuesta por la que finalmente nos decidimos consiste en el registro efímero de las huellas dactilares en su proceso de aparición y desaparición, reconstruidas por el vaho de la espiración como signo esencial vital de la existencia del cuerpo. Ambos vídeos contienen las mismas referencias dactilares, pero el segundo lo hace en tiempo y colores invertidos.

La supresión de un medio fijativo como la pintura y su transformación por la marca que deja el vaho de la espiración y la propia temperatura del la huella dactilar sobre un material mas frío, es el registro efímero que no deja constancia alguna, pereciendo y desapareciendo rápidamente, como un encuentro con el vacío y lo transitorio. La huella reduce la propia identidad del individuo como señal única e inequívoca de su singularidad y diferenciación.

En el gesto de la inversión temporal de la segunda cinta se pretende la creación de un ciclo en la proyección donde se elude el sentido de génesis y terminacicón para abordar una connotación de evolución vital. Se busca elevar el discurso a ciclo vital que discurre sin la incidencia del individuo que la ha producido.

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