YÓSMÖSIS
Septiembre, 2019Sala ABM de Madrid
PEPA 2019 (Pequeño Evento de Performance Art)
Yósmösis se realiza de nuevo en Madrid con la participación en PEPA (pequeño evento de perforrmance art) en una sesión colectiva en la sala ABM Confecciones bajo la organización de Analía Beltrán i Janés. Finalmente se lleva a cabo una sesión junto a los artistas Pancho López y Eliu Almonte.
En Madrid se repite la estructura de tres performance de la actuación de Málaga, pero se añade una acción más llamada In-móvil. Se realizan consecutivamente y sin pausa las cuatro acciones: Yo mimé conmigo, Porque yo lo valgo, In-móvil y Me rebelo, luego somos. Apoyado en proyección de vídeo y sonido se despliega la acción hasta los 45-50 minutos.
La etapa (o el estadio) del espejo de Jacques Lacan
La etapa del espejo -le stade du miroir- es un concepto de la teoría del psicoanalista francés Jacques Lacan que define una fase del desarrollo psicológico del niño comprendida entre los seis y los dieciocho meses de edad aproximadamente. Etapa en la cual el niño se encuentra por primera vez capacitado para percibirse, o más exactamente, percibir su imagen corporal completa en el espejo. En esta fase, de acuerdo a la teoría lacaniana, se desarrollaría el yo como instancia psíquica o como sujeto.
Lacan observa que el reconocimiento siempre va acompañado de una expresión narcisista de júbilo, pero sólo efímero. Se reconoce y se desconoce casi al mismo tiempo, porque aquello que reconoce no es él, sino justamente una imagen de él. Una imagen separada que no le pertenece. La completud que observa es sólo un engaño. Una figura imaginaria de no fragmentación que al mismo tiempo lo confronta con la propia enajenación. Aquello que el niño ve está fuera de sí, no está en su cuerpo, sino en el espejo. El estadio del espejo implica por ello una experiencia de división o escisión del sujeto. Constituye así una primera mirada desde la nada a lo completo en el ontológico eje ser-no ser; el espejo es la imagen que nos devuelve el mundo completada, pero no nos pertenece.
In-móvil
In-móvil se incorpora como la negación a la comunicación que representa el lenguaje. Bajo la repetición sonora en multitud de idiomas de la frase "El móvil sirve para conectar a la gente que se encuentra a distancia, pero también sirve para mantener a distancia a la gente que se conecta." la acción simplemente consiste en el estatismo más absoluto mientras contemplo mi propio móvil, en el celular se ha grabado previamente y se reproduce junto a la repetición sonora un vídeo con pantallazo de colores que colorean repetidamente mi rostro.
El otro
La elaboración de la figura del otro, en tanto viene a ser otro como yo, mi semejante, viene a ocupar precisamente el lugar que mi imagen ocupaba en el espejo, introducción luminosa del aspecto narcisista de toda identificación, al tiempo que supone el desarrollo de la temática de alienación en la captura por la imagen del otro; ese lugar es a la vez el de mi imagen y el de mi alienación y mi desconocimiento. Y de ahí me vendrá, de lo que el otro es, sabe y dice pero yo desconozco, lo que yo creeré ser, querré saber, y pensaré pensar, pensando pero sin ser o siéndolo sin pensar.
El Lenguaje
El lenguaje siempre ha ocupado un lugar prominente en el estudio de la mente, para muchos es en las relaciones entre lenguaje y pensamiento donde se encuentra la llave para desentrañar el misterio de la mente misma. Las identidades surgen de la narración del yo, de la manera como nos representamos y somos representados. El lenguaje nos distingue, nos construye y nos comunica. Pero también nos miente y se constituye en distancia a la experiencia.
También identidad y alteridad están en relación dialéctica. Por lo que podríamos tratar alegóricamente al lenguaje como un gran filtro que distingue y separa estas tres esferas de existencia, pero un filtro permeable que comunica y que permite el intercambio equilibrante o no, entre el yo, el otro y los otros. Además del reconocimiento consciente del propio alegato performativo del aquí y del ahora, este trabajo de arte de acción trata de ubicar su discurso en esta percepción ambivalente acerca del lenguaje que nos tratan de transmitir otros muchos pensadores y filósofos del lenguaje, además de Lacan: como un sistema constitutivo de nuestra propia construcción identitaria, nuestra lógica y nuestro mundo interior, pero también como una distancia de la experiencia y del mundo que nos rodea, distancia en la que a menudo somos construídos.